44 cosas que aprendí en 44 vueltas al Sol

El 17 de junio del 2021 cumplí 44 años y escribí 44 cosas que he aprendido a lo largo de estas vueltas al Sol. Al terminar decidí agruparlas en cuatro grandes temas, que casualmente (o no) son los que más me interesan: amor propio, maternidad, creatividad y paz interior. Aquí te comparto mi lista. Te abrazo en la distancia y, como siempre, muchas gracias por leer.

AMOR PROPIO  

  1. Amarme no significa que siempre me guste todo de mí.

  2. Ver el mar es para mí un acto de autocuidado porque siempre me devolverá a mi centro.

  3. No hay emociones buenas ni malas: todas son mensajeras.

  4. No existen las “mejores” o “peores” versiones de una misma... pues todas son así como deben ser.

  5. El pasado es perfecto así como sucedió.

  6. Nunca fue cierto que me abandonaron, es algo que yo interpreté.

  7. Si dejo de juzgarme a mí misma, conseguiré dejar de juzgar a los demás.

  8. El camino hacia la autoaceptación no es recto, tiene retrocesos y estos también requieren ser transitados con compasión y amor propio.

  9. La que me habla feo y con palabras duras es mi mente, no soy yo. Yo soy quien decide si quiero escucharle o no.

  10. Invertir en mi autoconocimiento es un acto de valor y de amor propio. Mientras más me conozco y acepto lo que descubro, más me amo.

  11. Estoy conformada de luces y sombras, y ambas son justo lo que deben ser.

MATERNIDAD 

  1. La felicidad de mis hijos no es mi responsabilidad.

  2. No podemos dar lo que no tenemos. Nutrirse primero una antes de nutrir a los hijos no es un acto egoísta, es un acto humanitario y compasivo.

  3. No existe una sola manera de hacer las cosas, ni tampoco una sola manera de ser madre.

  4. Lo que me irrita de mis hijos no tiene nada que ver con ellos, tiene todo que ver conmigo.

  5. Mis hijos no son míos, están aquí de paso, soy tan sólo una guía en sus primeros años y unos brazos para siempre que quieran volver.

  6. Nadie te avisa que la maternidad es un viaje rudo, pero nadie te advierte tampoco que si decides embarcarte en ella, la recompensa es tu propia transformación.

  7. Los “terribles 2” son terribles porque es el primer momento en el que se te revela que tus hijos no tienen por qué cumplir con tus expectativas.

  8. Puedes vivir la adolescencia de tus hijos de dos maneras: creyendo todavía que ellos son una extensión tuya o sentándote a observar en silencio la metamorfosis de la oruga.

  9. Todas las madres se equivocan. Todas. Todísimas. Y todos los hijos han de reclamar algo a sus madres en algún momento de su vida. Todos. Todísimos. Es parte del ciclo de ser humano.

  10. Los hijos no aprenden de lo que les dices, sino de lo que ven y de lo que sienten al verte.

  11. Cuanto más pronto nos perdonemos los “errores” en la crianza y soltemos la culpa, más libres seremos para seguir criando.

CREATIVIDAD 

  1. La perfección no existe en el terreno creativo (ni en ningún otro).

  2. Está bien que me gusten muchísimas cosas, y está bien cambiar varias veces de carrera.

  3. Está bien pausar de vez en cuando. A veces es momento de crear, y otras veces es momento de convertirse en la persona que creará lo siguiente.

  4. Todos somos creativos por el simple hecho de ser humanos.

  5. Decirle “SÍ” al instante creativo es de los actos más vulnerables que podremos vivir, por lo tanto también de los más valientes.

  6. Las ideas no son nuestras, sino que pertenecen a otra dimensión. Por lo tanto, si una idea “triunfa” o “fracasa” no tiene nada que ver conmigo, sino con el destino de la idea en sí.

  7. Las comillas del punto anterior son porque en el mundo de las ideas no existe el éxito ni el fracaso, existe solamente la expresión y el aprendizaje.

  8. Al compararme creativamente con otros estoy destinada a la frustración. Todas y todos tenemos un camino muy personal e incomparable. Y todas y todos estamos justo en el punto del camino que necesitamos estar.

  9. Crear es expandirse, y todo ser vivo está llamado a la expansión. Por lo tanto, estoy llamada a ser creativa y cuando siento un vacío o una crisis existencial es porque he dejado de creer en mi capacidad para crear.

  10. El equilibrio entre la creación y el consumo es imprescindible para una vida sana. Cargarnos en el primero nos puede llegar a quemar, y cargarnos en el segundo nos puede llegar a debilitar.

  11. Aquello que traigo del mundo de las ideas al mundo material no es mío, es de quien lo escucha, lee, prueba, siente u observa. Todas las opiniones al respecto de la pieza creada no tienen nada que ver conmigo, tiene todo que ver con quien lo consume.

PAZ INTERIOR   

  1. Nadie me hace nunca nada y yo no le hago nada a nadie. Todos somos seres inocentes tomando decisiones sobre cómo ver el mundo y cómo sentirnos ante eso que vemos.

  2. Todo el mundo me convence de lo que quiero percibir.

  3. No existen verdades absolutas, acaso una sola: somos puro amor.

  4. El “pecado” no es un acto que merezca castigo, es simplemente que hemos errado en el blanco y por ende hay que intentarlo de nuevo, de otra manera.

  5. La muerte es sólo del cuerpo. El espíritu es inmortal.

  6. Soy capaz de sentirme cómoda en medio de la incertidumbre.

  7. La mente es engañosa y nos miente muy seguido para protegernos, pero también es dócil y entrenable si nos atrevemos a observarla sin juicio y con compasión.

  8. Siempre y en todo momento tenemos justo lo que necesitamos para seguir creciendo.

  9. Mis medicinas son muy simples y, aunque a veces las olvido, siempre que las recuerdo puedo asegurarme un buen día: escribir, contactar con la naturaleza y tomar un té relajante antes de dormir.

  10. Dar gracias por los pequeños detalles diariamente me coloca en segundos en una mentalidad de abundancia.

  11. Esto es lo que pienso hoy, pero cuando cumpla 55 muy seguramente pensaré cosas diferentes.

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Paz interior

Mis medicinas son muy simples y, aunque a veces las olvido, siempre que las recuerdo puedo asegurarme un buen día: escribir, contactar con la naturaleza y tomar un té relajante antes de dormir.

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Maternidad

Mis hijos no son míos, están aquí de paso, soy tan sólo una guía en sus primeros años y unos brazos para siempre que quieran volver.

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Amor propio

El camino hacia la autoaceptación no es recto, tiene retrocesos y estos también requieren ser transitados con compasión y amor propio.