CONSEJOS PARA ESCRIBIR MEJOR

Escribo desde que tengo conciencia. Las palabras son algo que toda la vida ha llamado mi atención y cuando estudié Letras Españolas terminé de enloquecer por ellas. Desde chica escribía en los típicos diarios juveniles y me esmeraba con los ensayos de la escuela por el puro placer de hacerlo. Cuando estaba en la prepa conseguí escribir una columna en un periódico de mi ciudad a la que bauticé “El pan y la sal” y en la que me gustaba escribir sobre la vida y lo que en ese momento me parecía importante. Esa fue la primera vez en mi vida en la que me tomé a la escritura más en serio. 

Lo que me llevó a la estratósfera escrituril fue cuando trabajé como reportera en el Grupo Reforma porque redactaba absolutamente todos los días y a todas horas. Ahí fue donde me di cuenta que si quieres ser bueno en algo, no hay mejor maestro que la práctica diaria. Y ahí fue donde me di cuenta también de mi pasión por las historias de la vida real y no tanto de ficción. Empecé a notar que para mí, la escritura es una especie de tejido en el que las palabras son los hilos que hay que manejar con suficiente soltura pero sin caer en el desánimo y con la tensión precisa sin caer en la rigidez.   

Escribir es para mí un acto de rendición. Una pone lo mejor que sabe hacer, pero las palabras tienen vida propia y hay que darles paso cuando buscan su lugar en el texto. El objetivo es siempre enaltecer la historia, no al escritor, y en ese viaje es indispensable estar atenta a los hilos más adecuados para que el tejido resulte tan robusto que en la lectura podamos cobijarnos con él.  

CONSEJOS PARA ESCRIBIR MEJOR

1. Lee. A las palabras se les conoce en su propia casa: los libros. Lee siempre que puedas, aprovecha todos los tiempos muertos del día, aunque sólo sea cinco minutos. Todavía mejor, dedica un horario específico para la lectura en algún momento de tu jornada. Leer más ampliará tus ideas, tu vocabulario y tu imaginación, mejorará tu ortografía, tu redacción y tu disciplina y además construirás un hábito sólido para que te sea más sencillo establecer otros, como el consejo que sigue.

2. Escribe diario. No hay oficio que no puedas dominar con la práctica diaria. El talento está sobrevalorado, acuérdate que la práctica hace al maestro. Es cierto que hay personas que nacen con más facilidad que otras para ciertas disciplinas, pero la disciplina y la práctica matan lo demás. Si quieres escribir mejor, escribe diario.  

3. Vive. Las historias están siempre afuera… así que hay que salir a vivir para encontrarlas. Siempre que me siento bloqueada creativamente reviso qué tanto me estoy encerrando en el trabajo, en mi casa o en la rutina y vuelvo a caer en la cuenta de que me siento así cuando he dejado de probar y experimentar cosas nuevas en la vida.  

4. Pausa. Los puntos y las comas hablan igual que las palabras, no te olvides de ellos. La puntuación es tu mejor amiga a la hora de procurar el ritmo de tu texto. Los enunciados cortos generan tensión y le indican al lector que hay que poner especial atención en una idea. Los enunciados largos tienen más cadencia e invitan a una lectura más pausada pero, por favor, acuérdate siempre de las comas en ellos si no quieres que tu lector se vaya como caballo desbocado y pierda el rumbo.  

5. Varía. Procura, en la medida de lo posible, no repetir palabras en todo el texto, a menos de que se trate de un recurso intencional para darle más énfasis a una idea. En este punto apóyate de un diccionario de sinónimos (en línea hay miles) para usar palabras diferentes y así aprovechas para ir ampliando cada vez más tu vocabulario.  

6. Embellece. La verdad es que las metáforas y comparaciones no son indispensables en la prosa, pero a mí me gusta mucho utilizarlas porque me parece que le dan cohesión a la historia, además de embellecerla. Basta una simple metáfora en la lectura para viajar aún más lejos con menos palabras.  

7. Revisa en voz alta. Antes de mandar ese correo o de publicar ese post, lee tu texto en voz alta. Así te darás cuenta cómo suena en realidad y será más sencillo identificar si hay errores en la puntuación, si se entienden bien las ideas o si hay alguna palabra que se repita varias veces.