BLOQUEOS CREATIVOS
¿Tienes un bloqueo creativo? Entonces sal a vivir, porque no hay mejor cura para el estancamiento que el flujo constante e imparable de la vida misma. Tómate un café con esa persona que hace años no ves o que acabas de conocer, sáltate las responsabilidades de un lunes para irte a la playa con tus hijos, enrólate en esa clase de cerámica, súbete a un avión directo a otro mundo, ensúciate, ríete a carcajadas, equivócate, vuélvelo a intentar.
La energía creativa es nuestra por el simple hecho de estar en este mundo y una obstrucción en su vaivén natural es una señal de que estamos más concentrados en la imposibilidad que en la conexión con esa fuente creadora que nos ha equipado para este viaje con una buena dosis de su poder. Es que yo no puedo, no sé cómo, no encuentro la forma, nada me sale bien, no tengo buenas ideas. Estoy muy joven, estoy muy vieja, van a reírse de mí, me van a juzgar, no tengo tiempo suficiente, no tengo el valor, no tengo experiencia. Éstas y otras ideas son las de una mente arrinconada en la trinchera de la autoprotección y el bloqueo se perpetúa mientras yo alimente a esa mente temerosa.
Vivir es aterrador para esa pequeña asustadiza, pero al mismo tiempo es su liberación. El mundo es el aula de clases y la biblioteca y el área de juegos, todo está dispuesto siempre para nuestro aprendizaje y crecimiento, pero es imprescindible asistir. Tomar el examen de la pérdida de un ser querido, abrir la enciclopedia de la mudanza a otra ciudad, subirse a la resbaladilla de convertirse en madre. Vivir, porque la vida está hecha de retazos que nos susurran el deseo de unirse a otros que vayas encontrando en el camino para armar la pieza que servirá de inspiración para ti mismo y para alguien más.
Sí, vivir a veces inquieta. Pero si la creatividad es atender ese llamado del espíritu a crecer, entonces el desbloqueo supone un acto de rendición. Rendirme ante el movimiento natural de la energía creadora en mi ser y dejar de oponer resistencia con mis creencias y desconfianzas. El poder creativo ya está en mí, soy yo quien lo sofoco con el miedo a experimentar lo que hay más allá de mi zona conocida. Cruzar el puente es lo que despertará a las musas. Primero vive tu historia… después regresa a contarla.
